Este restaurante vale la pena cisitar. Fuimos a cenar y nos llevamos una muy buena impresión. La sangría estuvo rica, de entrada pedimos una burrata (tomates cherry con queso bufala y pesto) muy bueno. De plato fuerte pedí una lasagna de mariscos, el cual siento fue el plato más flojo. La pizza Mima y Braciola di maiale estuvieron riquísimas! En cuanto al servicio estuvo regular, la primera chica que nos atendió estuvo algo perdida pero luego una chica colombiana cambió nuestra impresión! El ambiente es agradable, nada ostentoso pero acogedor.