Es un lugar muy agradable y con muy buen ambiente. Lo más impactante ha sido el servicio, sin dudas, de los mejores lugares que he visitado en Panamá en relación a la calidad de servicio. Angel siempre nos estuvo asesorando con cada pedido y no hubo momento en el que nos faltara algo, siempre pendiente de cada detalle. Buena música, es un lugar para ir por unos tragos y disfrutar una propuesta gastronómica diferente. En cuanto a la comida, los crostinis de salmón ahumado llevan la batuta, sencillamente deliciosos.