La comida está sabrosa, pero cometieron un error garrafal que no fue subsanado. Pedimos una focaccia que debía incluir queso de *cabra* y le pusieron queso gorgonzola. No ofrecieron cambiar el plato y no les importó que el plato se pidió precisamente por tener queso de cabra. Y por supuesto que lo cobraron. Los fetuccini Frutti di Mari trajeron múltiples conchas rotas que era imposible ver y solo podíamos percatarnos al masticar y lastimarnos los dientes y encías. Tampoco ofrecieron retirar el plato y traer uno nuevo. El personal no está entrenado respecto a quiénes aplica, ni cómo aplicar el descuento de jubilado. Además pretendieron aplicarlo selectivamente al plato menos costoso.