La comida excelente como siempre, la burrata estaba muy fresca y cremosa. Califico la atención como "incómoda", no fue mala, pero la interacción del mesonero siempre era poco coordinada. Había un grupo muy grande con un señor bastante ruidoso, esto hacía que el ambiente no fuese el mejor. Sin duda seguiré yendo, es una opción confiable con buena relación calidad/cantidad/precio, que no ha bajado después de pandemia, lo que no se puede decir de la mayoría de los locales en la ciudad.