Empiezo por lo malo, para terminar más rápido: el tiempo de espera fue un poco largo, más si consideras que solo éramos 2 mesas a la hora del almuerzo. Sin embargo, desde que entras, te encuentras con un lugar sobrio, pero moderno que halaga la vista y, de inmediato, la atención de las dependientes que mantuvieron el nivel cordial, atento, respetuoso y agradable durante toda la visita. En cuanto a la comida, tienen opciones muy interesantes y, para el menú lunch las propuestas son entrada+plato fuerte (B/.12) o entrada+plato fuerte+bebida+postreb(B/.15). Nos decantamos por la segunda opción y todo, todo, todo estuvo riquísimo. De entrada ofrecían croquetas de queso guda: son 3 y dipping un poquito picante (muy rico); adicional, pedimos los langostinos con coco🤤🤤 de muerte lenta, estuvieron espectaculares. De plato fuerte, pedimos espaguetti con aceitunas y pollo relleno de bacon (bastante bien) y el arroz Valkiria que tenía camarones y creo que bacon (mi acompañante lo disfrutó), todo acompañado con una soda y, de postre, un mousse de maracuyá de buen sabor (no empalagoso) servido, justamente, en la fruta y se veía genial, de hecho, la presentacióm de todo fue muy buena. Cuando puedan, pásense por allá, sobre todo si es de noche y en esos días en los que entiendo tienen presentaciones en vivo, porque de verdad que pinta bien.

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