La comida, el servicio y el lugar son excelentes. Sin embargo, en algunos artículos, los precios son exagerados. Un ejemplo es la ensalada caprese, por el precio que creo que es $13 te dan unos cuantos tomates cherry, unos trocitos de burratta y algo de salsito, disperos en un plato grande, lo cual lo hace aún más evidente. En ese sentido, mi opinión es que pueden hacer un mejor trabajo en las porciones. La situación económica está difícil para todos, así que un poquito de empatía con los clientes no está de más… Otra cosa que noté fue que la música estaba muy alta, lo que dificulta conversar, te obliga a gritar, lo cual no es recomendable considerando que hay que reducir el riesgo de contagio del virus.