En mi última visita a Panamá tuve la oportunidad de volver a Madero después de la pandemia o de la apertura. Nos sentamos en la terraza mis sobrinos, mi hermana y yo y pedimos sendos tragos (yo vino blanco, por supuesto). La atención fue buena aunque el chico estaba bastante ocupado con tantos comensales en la terraza. Yo pedí una sopa de mariscos y un pulpo a la gallega, que estuvo delicioso. Mis invitados pidieron corvina y pescados con guarniciones de patacones, que les satisfizo mucho. Es un lugar al que volvería a diario por la buena calidad de la comida y el servicio atento que brindan, especialmente después de la pandemia, que muchos restaurantes han cerrado