El sábado pasamos a conocer el restaurante, está en una plaza con varias opciones y muchos estacionamientos. La comida es buena, pedimos wantones mixtos de entrada y unos palitos de cordero frito (esto no me gustó para nada, le faltaba sabor) Para plato fuerte yo me pedí unos camarones con mayones de sriracha y una arroz de jazmin (sin nada de sal) estaban muy buenos los camarones y la porción era buena. Mi esposo se pidió un bowl de mariscos gigantesco. Finalmente regresaremos a probar otras cosas. El restaurante es grande y espacioso y no había mas que otra pareja, lo que en estos tiempos tal vez sea mejor. Antes de recomendarlo pienso debeo regresar, estoy al 50% convencida.. Lo que me dejó mala experiencia es que la persona de la otra mesa se paseo por el restaurante sin mascarila y se levantaba repetidamente sin ella y nadie le dijo nada... Eso en estos tiempos no te da seguridad.