Fuimos a desayunar y nos encantó, pedimos dos benedictino (uno con jamón y uno con salmón) y todo lo que traía era un balance perfecto y dos mediterráneo (uno con huevos secos y uno con huevos termino medio) la salsa deliciosa, el joven que nos atendió era muy gentil, los desayunos se sirvieron con una bebida fría (jugo de sandia y de piña deliciosos) y una bebida caliente (el té de menta muy bueno, una excelente marca de té la que ofrecen). El lugar estaba sin aire acondicionado por el tema del covid pero nos colocaron un ventilador cerca. También se puede optar por sentarse en la terraza.
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