La decoración de este nuevo restaurante es genial, verdor, flores, animales y colores hacen la experiencia acogedora. Como medida por covid el menú se escanea en el celular y las mesas se asignan guardando el espacio. De entrada probamos explosión dim sum que son wantones de pato y la magia de frida que es un sushi hecho tartar, ambos ricos aunque los wantones ganaron. De plato fuerte pulpo tandori que tenía sabores intensos a cardamomo y lastimosamente estaba un poco duro, nos gusto más el Pablo Picasso que es un salmón jugoso y muy bien presentado. No llegamos al postre, pero seguro la próxima vez lo intentamos. La carta de vinos es extensa y la relación precio/calidad me pareció justa.
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