Entramos al restaurante para una cena liviana, nos sorprendió una copa de vino de cortesía... Un rosatto suave y dulce para abrir el paladar. Pedimos dos entradas... Raviolli y lasagna frita... Platos de entrada pero muy generosos para compartir, salsa adecuada y con excelente sabor. Quedamos pendientes de pasar por el menú de platos Fuertes. Recomendamos la sangría Apple Green... Muy suave y toque perfecto de licores.