Buena comida, buen servicio y buen ambiente convergen en este pequeño restaurante con un gran sabor. Cada vez que visito este restaurante, salgo con la barriga llena, el corazón contento y con ganas de regresar. Si no sabes que pedir, pregúntale a Pablo, que con sus acertadas recomendaciones, seguro encontrarás algo de tu agrado. Tienen almuerzos ejecutivos que varían todos los días y una carta llena de deliciosos platillos de la cocina cubana. Complementan su oferta con bebidas, cervezas y licores. Altamente recomendado.
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