Queríamos almorzar en un lugar especial y recordamos los brunch del Bristol, revise las fotos en degusta y me convenció la corvina al tamarindo. Están remodelándo el restaurante y nos atendieron en el bar, muy atentos los meseros y el area aunque pequeña, acogedora. Pedí por supuesto la corvina al tamarindo, con la salsa a parte (por la dieta) y con vegetales salteados, estuvo muy buena pero luego de irme del restaurante me di cuenta que no vino con el aguacate. Mi hijo pidió una hamburguesa preñada y le gusto mucho, mi hija entraña y yuca, que estuvo muy buena pero la yucas le pareció con mucha trufa para su gusto. Mi esposo pidió un salmon que le encanto, pero no así el risotto con limón, se le paso pedirlo con vegetales. Nos encantaron los detalles, el ginger ale con un adorno de jengibre, la Coca-Cola con limón y los vinos de la casa por copa, muy especiales. Volveré una vez inauguren el restaurante remodelado!

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