Es un restaurante de comida oriental. Decoración bonita, el local no es muy grande. Los platos, tradicionales chinos. Buena atención en los tres, pues ya conocí el de San Francisco, Altaplaza y ahora este. Pedimos la Sopa Wanton Mei, vegetales con camarones, pollo y puerco, el bowl es de tamaño mediano, también pedimos carne al estilo schezuan y dados de puerco semidulce con trozos de piña acompañado de arroz blanco. Todo muy rico. Recomendado.