Nunca había ido y fui por el cumpleaños de una amistad. El lugar se ve muy fancy y exclusivo, y la vista del lugar ciertamente es bonita, pero el servicio fue muy, muy pobre. Se olvidaron de mi pedido y me dejaron esperando hasta que me queje y la verdad, para el precio que tiene la comida, dejo muchísimo que desear. El ambiente de la noche fue arruinado por un dj que tenía la música excesivamente alta, a tal punto que no podía escuchar ni mis pensamientos. Así que, mala comida, mal servicio y ambiente arruinado por un dj sordo que quiere compartir su mal con el mundo. 2/10, no regresaría a menos que tuviese una muy buena razón para hacerlo y no creo que llegue a tenerla.