Visité este emblemático restaurante ahora en su nueva localización y llenó mis expectativas, aunque es más informal que anteriormente. Una buena vista a la Vía Argentina y buena atención, pero molesta un poco el ruido que hacen innecesariamente los televisores. El restaurante tiene varios ambientes y justo fuimos un día que iba a realizarse un evento. Pedimos una ensalada para compartir y un pulpo a la gallega. Éramos cinco y estuvo abundante para todos. Cada uno escogió pescado, carne o el tradicional cochinillo, que estuvo delicioso y bien hecho. Larga vida a este restaurante y a su dueño Hilario. Tiene Cava 21, Chiringuito 21 y demás.