Qué lugarcito más bueno. El ramen, los nigiris, la entrada de tuna (porción generosa), los platos vegetarianos (edamame, berenjena, y hiyayako) todo me encantó, muy fresco, auténtico y sabroso. El hiyayako picante es el plato de tofu mas rico que en mi vida he probado. Tienen una variedad sorprendente de bebidas...cervezas importadas, sakes, y otros del Japón. Cuando te vas todos te despiden, hasta los chefs (cocina abierta). He ido varias veces y me han atendido varias personas y siempre la atención calida, te explican muy bien los platos. La última vez comimos mucho y por gulas queríamos también un ramen y nos complacieron al dividir una orden en 2 bowls para poder compartir. En verdad el ambiente sencillo a mi me parece perfecto para este lugar tan auténtico pero si quieres opulencia pues no. Me encanta que la comida sea sencilla sin cubrir todo en salsas muy elaboradas o aceite de trufa. Simplemente los mejores ingredientes (hamachi!) servidos de forma tradicional.