Tienen valet parking y si consumes en el restaurante te validan el tiquete. Servicio muy amable y profesional. El Chef Bolívar Franco salió a saludarnos y nos sugirió entradas variadas para que el grupo degustara de todo un poco. Todo delicioso pero los churros de bacalao excepcionales. La sangría en su punto y rica. Los platos fuertes presentados con mucho cuidado y todos riquísimos. Y para cerrar, un baked alaska espectacular. Los pasamos muy ameno y muy satisfechas. 100% recomendado.
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