Una de las mejores pizzerías del país por sus combinaciones y variedad de ingredientes. La decoración del restaurante es industrial pero bonita y funcional con atención a detalles y espacios. De entrada un queso fundido con trocitos de salami normal, la grasa del embutido aporta un toque especial. Ordenamos una poco tona que trae salami, cebollas y pesto muy buena. La yeyesita con jamón serrano y arúgula aunque suena raro fue una de las favoritas en la mesa. La tradicional de peperoni no defraudó el paladar conservador por sus ingredientes de primera. Todas vienen en masa delgada cocidas a perfección. Poco estacionamiento pero pet friendly. Cerveza bien fría en vasos congelados y buena atención de un señor español muy pintoresco.