Para gustos, los colores, olores y sabores; pero para mí, estas son las mejores "donas" del mundo mundial. Este puesto es chiquito; pero igual de surtido que un local grande y, aunque está escondido debajo de una escalera, resuelve el antojo por este postre. La variedad hace difícil la selección; así que lo mejor, es probar uno diferente cada vez. Prefiero las rellenas; pero las otras son igual de deliciosas.