Es un lugar difícil para un vegano y como suponía eso no había ido, sin embargo hoy las circunstancias me llevaron allí. El olor y la casi inevitable vista del mercado lo hace difícil y el menú, por supuesto no es vegano. Pude pedir una ensalada verde y patacones para comer. Solo los acompañantes funcionan. Mis compañeros de mesa disfrutaron, esa es otra historia.