Fuimos un grupo de amigos para celebrar Valentine's Day atrasado. El ambiente se siente cómodo y relajante, pero empezamos mal con el Valet Parking. Nos estacionamos justo abajo del restaurante cuando un ayudante nos pregunta groseramente y tajantemente: A dónde van? Le dijimos que teníamos reserva y y nos dejó tranquilo. La comida estuvo muy buena. Pedimos entrañas, corvinas, pulpo, todo delicioso. La persona que nos atendió fue poco expresivo y noté que no tenía buena actitud de servir. Cuando le hacía una pregunta sentía que se molestaba o cuando le pedía agua no me determinaba o no me prestaba atención. Tuve que preguntarle varias veces, respetuosamente y con mucha calma para asegurarme que me haya escuchado. Vengo a esta franquicia desde hace más de 10 años, pero creo que prefiero el servicio de San Francisco. Mis amigos se dieron cuenta y eramos 10 que nos llevamos esa mala impresión por tener en el staff un colaborador que no queria hacer bien su trabajo.