Llegamos con expectativas para este lugar; mis comensales y yo pedimos: pescado al escabeche una presa de pescado Sierra y pollo al curry y como guarnición, la misma para todos los platos arroz con frijoles negros y coco, una rebanada de plátano maduro y ensalada. Aunque el sabor era adecuado no fue nada extraordinario: el escabeche fue servido aparte y no como yo esperaba, una especie de marinado del mismo pescado, quizás esto haya sido porque era un filete y no el mismo pescado en sí. Al finalizar pedimos unas torrejitas de bacalao que no cumplieron las expectativas puesto que tiene mucha grasa y el sabor no es el típico de la comida afroantillana. Quizás debí comer al lado. Lo rescatable fue la sopa de rabito de puerco, que hasta domplin traía.

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