La última vez que fui a este restaurante, fue cuando aún quedaba en Calle 53. Ahora lo visité, en su nueva ubicación. COMIDA: La buena calidad se mantiene. Buena porción, ingredientes frescos. También los jugos naturales. Todo muy delicioso. SERVICIO: Muy buena atención. Brindaron unos pancitos con mantequilla, de cortesía. AMBIENTE: El local es más amplio que el anterior. Y al igual que el otro, tienen pocos estacionamientos. -Es uno de los pocos restaurantes que he visitado con frecuencia y lo recomiendo, a cualquiera que aún no haya ido. Espero volver pronto.