Está bueno pero el servicio le resta un tanto, tienen un mesero (que se parece a Juan Gabriel) que no es tan cordial como el sitio y el sabor que casi sabe tan bien como en Caracas. El Ossobuco está buenísimo, la porción es grandísima (alcanza para dos), el tartare de atún de entrada estaba normal de sabor y el filete de carne está bueno bueno, solo que hay que asegurarse del termino (que nunca preguntaron) porque sino lo traen muy cocido y se pierde la gracia.