Este restaurante mantiene su calidad aunque a veces afloja en el servicio. En esta ocasión satisfizo nuestras expectativas con creces. Pedimos sake caliente y cerveza gringa. De entrada las gyosas a la plancha y el pulpo al óleo, que estaba fresquísimo y muy bien presentado. El tiempo de espera también fue magnífico. De plato fuerte pedí un salmón tepanyaki que estuvo delicioso, con un arroz japonés al punto, y mi compañero de almuerzo un plato con langostinos que combinó y quedó muy satisfecho. Matsuei sigue siendo el mejor o de los mejores restaurantes japoneses de la ciudad.