Ubicado en la calle de bodega Mi Amiga y frente a Clean and Clean, se encuentra esta pequeña heladería artesanal. Había escuchado mucho de este sitio de parte de varias amistades y me acerqué a probarlo con altas expectativas. El acceso es difícil ya que cuenta con muy pocos estacionamientos. Dí varias vueltas a la cuadra, hasta que se desocupó uno. Los helados con nombres muy curiosos y mezclas de sabores muy creativas. Pedí uno de fresas, que me empalagó. Volveré a probar otros sabores.