Tuve la oportunidad de visitar este restaurante en una degustación y quedé sumamente complacida y grandemente impresionada con cada uno de los platos que pude disfrutar. Empezamos la velada con un piqueo latinoamericano mixto, compuesto de tequeños, carimañolas y empanaditas, cada una muy rica, y continuando una causa crocante de salmón, sin duda la campeona de las entradas. Como platos fuertes tuvimos el arroz chaufa, que siendo yo no tan amante de este plato el de este restaurante me fascinó por el toque de piña!! Además, el trío de ceviches estuvo riquísimo, principalmente el de pulpo y el de camarones y calamares. Como postres el clásico suspiro limeño, que estaba justo en el punto de no sentirse empalagoso y el ceviche de frutas que, para mi fue el plato más atrevido de la noche, una mezcla intensa de ingredientes que seguro le encantarán a los paladares más abiertos. La atención fue excelente, sin ninguna queja, y el lugar está excelente para compartir entre amigos y/o familia una velada muy agradable, incluyendo música en vivo en la noche. Lo súper recomiendo!!

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