Gran experiencia en este antiguo café, abierto en 1875, haciéndolo el más antiguo de Panamá. Sus paredes traen recuerdos de momentos y personajes de nuestra historia. Vale la pena visitarlo y tomarse un buen café acompañado de algunos de los populares platillos panameños (sopa de pata, mondongo, bistec picado, etc. Debería renovarse y promoverse más.
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