La comida es muy buena y la música no se queda atrás, pero no puedo decir que el servicio sea el mejor, algunos de sus meseros son un poco groseros y hacen muchas caras cuando les dices que no estás listo para ordenar, o qué quieres cuentas separadas. En algunas ocaciones he tenido que esperar una eternidad para pagar. A los baños les hace falta mantenimiento y en ocaciones solo tienen un baño habilitado y mucha demanda. Volviendo a la comida creo que lo mejor son sus alitas, es imposible ir y no pedirlas, y siempre tienen buenas promociones con tragos o cervezas.