Una visita magica y artistica a un restaurante que solo puede definirse como osado y audaz. Deliciosos platos realmente de autor donde cada ingrediente cuenta una historia y la experiencia sin duda alguna es extraordinaria. Con un concepto de Nuevo Latino y Panameno revolucionado, la cena empezo con entradas de Ceviche de Corvina en Leche de Tigre y sorbeto de maracuya que combinan la tradicion peruana con los sabores del caribe. Un Pulpo a la brasa que deja muchisimo sabor con aires a Galicia y una causa de chorizo tableno que hacen viajar hacia el interior del pais. De platos fuertes probamos la Corvina con Bisque que estuvo muy bien lograda, coccion perfecta y sutiles sabores. Tambien degustamos un pargo rojo con su piel en arroz basmati que mezclaba elegantemente, perfecto para una cena ligera. Ahora el plato estrella de la noche el Porkbelly en salsa de Raspadura y Saril, un porkbelly limpio cocinado 12 horas, suave y sin grasa, con una salta que explota entre lo dulce y lo salado que hacen de este plato un homenaje a la gastronomia panamena. Los cocteles con base a Saril muy interesantes y vale la pena probarlos. Muy Recomendado.

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