Desde el inicio, la atención fue deficiente. Nos entregaron las bebidas rápidamente, pero no el agua, la cual tuvimos que solicitar nuevamente más tarde. Pasaron más de 40 minutos sin recibir información sobre nuestros alimentos. A las 6:59 p.m. Aproximadamente, me acerqué a la caja a consultar con la mesera si faltaba mucho para que llegaran los platos, y su respuesta fue que no sabía. Más tarde, cuando volví a preguntar, me indicó que aún faltaban aproximadamente 10 minutos más, porque algunos platos no estaban listos, aunque según ella otros ya estaban preparados pero nunca llegaron a nuestra mesa.
Durante todo ese tiempo las bebidas se aguaron y observamos cómo mesas que llegaron después que nosotros recibían sus pedidos primero. Lo más decepcionante fue la falta de comunicación. En ningún momento se nos informó que habría demora, lo que fácilmente habría evitado el malestar.
Al decirle a la mesera que no podíamos esperar más y que pagaríamos únicamente las bebidas, ella respondió de manera poco amable diciendo “yo las voy a pagar” y arrugó la factura. Nos retiramos molestos, sin haber cenado, después de casi una hora de espera. Quisiera resaltar que el domingo anterior habíamos visitado el restaurante y la atención fue excelente por parte de la joven muy atenta y pendiente de nuestra mesa que nos atendió, lo que nos motivó a regresar. Por eso, fue aún más frustrante vivir una experiencia tan distinta esta vez.
deben mejorar enormemente la comunicación con los clientes y darles capacitación para atención de restaurantes con alto tráfico a su personal. y también capacitación sobre logística de restaurantes ya que todos los platos los hacen en áreas diferentes desconectadas unas de otras al parecer y eso es un caos en efectividad.
La Posada Boqueteña
Desde el inicio, la atención fue deficiente. Nos entregaron las bebidas rápidamente, pero no el agua, la cual tuvimos que solicitar nuevamente más tarde. Pasaron más de 40 minutos sin recibir información sobre nuestros alimentos. A las 6:59 p.m. Aproximadamente, me acerqué a la caja a consultar con la mesera si faltaba mucho para que llegaran los platos, y su respuesta fue que no sabía. Más tarde, cuando volví a preguntar, me indicó que aún faltaban aproximadamente 10 minutos más, porque algunos platos no estaban listos, aunque según ella otros ya estaban preparados pero nunca llegaron a nuestra mesa. Durante todo ese tiempo las bebidas se aguaron y observamos cómo mesas que llegaron después que nosotros recibían sus pedidos primero. Lo más decepcionante fue la falta de comunicación. En ningún momento se nos informó que habría demora, lo que fácilmente habría evitado el malestar. Al decirle a la mesera que no podíamos esperar más y que pagaríamos únicamente las bebidas, ella respondió de manera poco amable diciendo “yo las voy a pagar” y arrugó la factura. Nos retiramos molestos, sin haber cenado, después de casi una hora de espera. Quisiera resaltar que el domingo anterior habíamos visitado el restaurante y la atención fue excelente por parte de la joven muy atenta y pendiente de nuestra mesa que nos atendió, lo que nos motivó a regresar. Por eso, fue aún más frustrante vivir una experiencia tan distinta esta vez. deben mejorar enormemente la comunicación con los clientes y darles capacitación para atención de restaurantes con alto tráfico a su personal. y también capacitación sobre logística de restaurantes ya que todos los platos los hacen en áreas diferentes desconectadas unas de otras al parecer y eso es un caos en efectividad.
La Posada Boqueteña
Excelente ambiente y acogedor lugar!! Deliciosa comida y muy buena atención. Rapidez en el servicio. Música en vivo los sábados por la noche.