pasamos a cenar el pasado viernes. la comida estuvo excelente, la sangria muy rica y la atencion de primera. Jorge nos atendió muy bien, con buenas sugerencias. en el salón habia musica agradable, buena iluminación. se esmeran en brindar una atención calida y atenta. disfrutamos mucho de la velada. los felicito.

Compramos una empanada de pollo picante, la única que les quedaba. Nos gustó tanto que regresamos a almorzar al dia siguiente. La comida nos pareció de lo mejor que hemos comido en El Valle. El servicio fue excelente. Habia un perro callejero sentado al lado de mí “velandome” la comida. Eso fue la nota jocosa del almuerzo. Sigan así!

pasamos a tomar unas bebidas y a picar algo. la brochetta tardó muchísimo y no estaba bien lograda. las bebidas estaban ok. el servicio es muy deficiente, muy tardado. la terraza y el pub son adecuados. los desayunos “continentales” que incluye la estadía en Los Mandarinos son muy austeros. tomando en consideracion el tipo de hotel y las tarifas tan elevadas que cobran, considero que deben evaluar mejorar la oferta del desayuno, que no es lo que se espera de tan bonito hospedaje.

esperamos un rato para obtener ua mesa. el restaurante estaba lleno. El servicio deja qué desear: no traen el menú, no traen agua, la comida tardó mas de una hora (sopa y pollo asado). la sopa de mariscos la hicieron en 5 minutos (lo admitió la mesera) y solo era agua caliente con mixto de mariscos. la terraza estaba agradable, con mucha brisa. lastima que la comida y el servicio no la acompañan. no volveremos.

Fuimos anoche a celebrar mi cumpleaños porque nos dijeron que es un buen restaurante. Los cocteles costaron $7.99 y no estaban bien logrados (Long Island Iced Teas y Daiquiri de fresa). Las entradas estaban regulares (chicken wings sin sabor y arañitas demasiado fritas). Los platos fuertes no tenian sazon tampoco; no sazonan las carnes (salmon y pesca del dia, solo deben ponerles algo de sal y limon antes de cocinarlos). Le dije al mesero que los patacones hay que freirlos dos veces (para que se lo diga al chef, que parece no saber algo tan básico). Los patacones sabían crudos por dentro por falta de coccion. La cuenta salió en $130 por tres personas. Para ser una terraza al aire libre, con mesas y sillas plasticas me pareció excesivo. Estoy segura que de día la vista es bonita. Pero definitivamente no regresaremos, ni lo recomendaremos a nadie.