Había ido a este restaurante la última vez que visité El Valle. Recuerdo que era la mejor comida de la zona, aunque tampoco excelente. Volví con una amiga del extranjero ya que nos encontrábamos por lugar. Llegamos desde nuestro hotel. Las flechas nos señalaron el lugar. Pasamos a la Casa por un portón que estaba abierto, pero una vez adentro, no había letrero pero era la única puerta disponible. No había tampoco un horario de atención. Fue extraño encontrar la puerta cerrada pues se supone que La Casa de Lourdes también es un hotel. Asumimos que siempre estaba cerrada y que había que tocar el timbre y así hicimos. Eran aproximadamente las 6 pm. Nos atendió una señora en sus 60s con una actitud poco atenta preguntando qué queríamos. Le dije que estábamos buscando el resturante y me contestó que esa era el restaurante pero que estaban cerrados y que por eso la puerta estaba cerrada. Cómo se supone que íbamos a saber eso si desde el hotel nos indicaron el lugar, el portón estaba abierto, no había un horario de atención mostrado y el restaurante está dentro de un hotel que se supone que tiene que estar abierto? Luego pregunté si habían cerrado el restaurante y me dijo que abrían a las 7 pm pero atendían solo con reservación. Mi amiga y yo quedamos muy decepcionadas de este trato porque sentimos que le estábamos causando una incomodidad a la señora por el tono con el que nos hablaba. Un restaurante que dice ser el mejor de la zona merece un servicio que merezca ese nombre. No solo no fuimos esa noche sino que no volveremos más a ese restaurante aunque tenga la mejor comida (según ellos) y un lugar bonito. Qué forma de perder a un cliente que se habían ganado.