En el 2018 estuvimos almorzando en este restaurante. Tanto nos gustó, que quisimos regresar. Comenzamos mal. Pedimos unas arañitas de calamar apanadas para compartir. No nos gustó para nada el apanado ya que era más masa que el mismo calamar. El filete de corvina al ajillo estaba normal. La langosta al ajillo bueno, pero demasiado cocida para nuestro gusto. La paella tenía buen sazón, pero un poco seco. Además, los pedazos de pulpo estaban duros. El servicio muy bueno.
8 Me gusta