Fuimos en familia a degustar un cevichito peruano. El ambiente es tranquilo, ubicado en vía principal, en un día con mucho movimiento puede que sea difícil encontrar estacionamiento, nosotros corrimos con suerte. Pedimos un ceviche frito y un cocktail de camarones en salsa rosada, lo recomiendo. la atención fue rápida y pasamos un momento ameno
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