nos gusta ir 2 veces a los restaurantes para establecer una opinión más fiable. En el Picasso tuvimos las misma experiencia 2 veces: una comida excelente, y un servicio pésimo: 90 minutos de espera el primer día. Excusa que nos dieron: había muchos clientes (el restaurante estaba 50%). El día después para el almuerzo, 30 minutos para una simple tostada de jamón... que finalmente no recibimos porque decidimos pagar e irnos. Excusa que nos dieron: solo había 1 cocinero en la cocina.... pero solo había 2 mesas de clientes (incluyendo la nuestra). Lo más frustrante es que mientras esperábamos, nadie mostró el mínimo interés en solucionar la situación.