Waooo! Lo que se me ocurre decir es que es un lugar encantador, con un ambiente descomplicado y romántico con música agradable. Para parejas, familia y es pet friendly. Dueño italiano y sus platos son originarios y artesanales. Iniciamos con una ensalada capresse que tenía el mejor pesto que he probado que vino con pan pizza, eso nos obligó a pedir un plato de pasta al pesto, sin proteína muy muy bueno. También se pidió pizzas de pepperoni y la otra de Jamón con hongos, la masa más bien gruesa pero no pesada es diferente, ambas muy rica. Por otro lado pedimos unos tagliatelle con chorizo artesanal y hongos que estuvo a otro nivel. Postre: un Tiramisu de reyes, no empalaga, estaba suave, esponjoso, con granos de café y crema artesanal arriba acompañado de café italiano perfecto. se me olvidaba mencionar que las botellas de vino por supuesto italianos tienen precios que van desde los $20 (eso también me gustó) A esta pequeña joya escondida le doy 10 de 5 estrellas.
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