Es un restaurante fácil para llegar, tiene buen estacionamiento. El ambiente es relajante, campestre, hay mucha naturaleza al rededor. Hay 5 garitos rescatados muy bien portados. El pargo frito y el ceviche muy ricos, los recomiendo y acompañados con una blue moon de mango la bota! La atención muy buena, la comida salio rápido.