Es un restaurante sencillo, acogedor y rústico. Se presta para ir en las noches pues tiene área al aire libre, q sería imposible usarla al mediodía. Pedimos un ceviche de corvina, unos caneloni rellenos y un filete de pescado con pure. La atención demoró bastante. Las porciones son pequeñas. El ceviche no lo repetiría, sin embargo los otros dos platos estaban buenos. La relación precio cantidad no es buena. Los Canelones eran 2, a 16 dólares! Ceviche 8 y en copa pequeña.