Este pintoresco restaurante tuve la oportunidad de visitarlo un viernes a las 3 pm. buscaba un lugar para almorzar. Y parecía que no había nadie y tras saludar al vacío, apareció una simpática joven con una gran sonrisa la cual nos atendió de lo más bien. Nos anuncio que el pescado del día era pargo entero y en filete. Los pedimos frito y los filetes al ajillo. Nos los trajeron frito, pero los filetes no eran pargo, no me crean pero a mi me pareció mero, salí ganando, me pareció bastante bueno. Y la atención fue rápida. Por lo que vi, en las noches hay música en vivo. Lo tendré pendiente para cenar.