Esta es una visita obligada en Boquete. Todo lo que probamos fue excelente, creado con ingredientes y técnicas de primera calidad. El café y el chocolate son altamente recomendados. Me gustó la atención particular y el gusto por sorprender a los clientes. Además de que la comida es divina, el local es una construcción histórica, reformada, la cual vale la pena apreciar. La chocolatier nos atendió especialmente. Su bombón de Maracuyá es único. Toda una sorpresa de sabores y texturas. Es pet friendly! A mi perrita le dieron una galletita.