Una gema escondida de Panamá. Amé este lugar, desde el ambiente súper acogedor, la rica comida y la atención de calidad. El restaurante adentro es pequeño, pero afuera tienen un ranchito muy nice. Todo lo que probamos estaba delicioso. La pasta al dente y con un sabor natural. La pizza deliciosa. Una Sra que pareciera ser la dueña, su trato fue excelente. Está un poco alejado de la Interamericana, pero definitivamente regresaría cada vez que pase por Coronado. Vale la pena
1 Me gusta