La comida es muy buena, ingredientes frescos y preparación perfecta. El ambiente es calmado y muy clásico. Los meseros son muy atentos pero pueden mejorar varios aspectos del servicio, llegamos 10 min antes que abriera el restaurante y aunque nos hicieron seguir y nos sentaron solo nos atendieron 30 min después aunque el restaurante estaba vacío, las copas de vino se acabaron y nunca nos preguntaron si queríamos pedir mas, los manteles estaban sucios. Son pequeños detalles que pueden mejorar pero sin duda es infaltable en boquete