Había ido a comer aquí hace dos años atrás y me había encantado, tenía muchas ganas de regresar. En este viaje a Santiago tuve la oportunidad de regresar. Esta vez el servicio fue lentísimo, la pasta estaba bien, la lasagna de vegetales no parecía lasagna, la berenjena no fue usada correctamente, parecía más un estofado de vegetales. Los edamames estaban ok, hubieran estado perfectos con el toque de sal y limón característico.