Mi experiencia no fue muy agradable. Casi nunca pido lasagna pero me animé y mi decepción fue muy grande. La carne molida era de muy mala calidad.. a cada bocado se sentian lo que llamamos "gorditos". Mi acompañante pidió una pasta que no recuerdo el nombre en salsa blanca y no estuvo tan mal como mi lasagna pero tampoco defendió los colores del lugar. Pagué por ambos platos aprox 30 dólares y la comida quedó casi intacta. El lugar estaba vacío y la atención fue cortes mas no esmerada. Habia comido antes ahí pero creo que con otro nombre y no recordaba que la comida tuviera una calidad tan poco agradable. No creo que regrese.