Una buena sorpresa en Santa Catalina, comida exquisita, super fresca y deliciosa. Preguntamos por recomendación, y todo lo que nos dijo el dueño estaba aun mejor que sono. Nunca congelan nada de pescado ni mariscos, y se nota mucho la frescura de alimentos. Trio de hamburguesas (la carne si congelan), patatas bravas y atun estilo japonés perfectos, volveria ya! Muy lindo el ambiente, impecable el servicio. No se olviden probar los cocteles, hasta el mejor mojito que he probado últimamente