El lugar está bien, con vistas al mar pero el servicio creo que deja mucho que desear. Llegamos y nos sentamos y después de unos minutos esperando las meseras no venían. Estaban sentadas en una mesa cerca de la barra bebiendo agua y departiendo. Tuve que ir en persona a pedir el menú pues no mostraron interés en moverse probablemente ni prestaron atención a si entran nuevos clientes.