Muy bonito restaurante con buena música, comer en la terraza es muy sabroso por la brisa de playa que pega, muy bien decorado con foquitos y velas. Su comida es rica dentro de lo normal, buenas ensaladas, buen pollo (una pechuga bastante jugosa). La atencion buena por parte de la mesera que nos atendió, no había muchos comensales y la comida si demoro bastantito. Recomendado