La Cocina de la Peatonal

La Cocina de la Peatonal se erige como un lugar donde las elogiosas palabras son, sorprendentemente, las únicas que fluyen. Su atención impecable, ambiente acogedor y cocina exquisita deleitan a cualquier comensal. En un mundo donde a menudo los clientes se sienten abandonados por el servicio, aquí, cada momento es atendido con diligencia y una sonrisa en el rostro. La pesca del día, con su sofrito, emerge como uno de los sabores más distintivos de la gastronomía panameña que he tenido el placer de disfrutar. Aunque sus chefs son locales y no necesariamente conocidos a nivel internacional, se aventuran audazmente en la senda de la competencia. Aún hay un camino por recorrer, pero indudablemente están encaminados hacia el éxito en su propósito.

El restaurante tiene un menú basado en la cocina panameña pero reinterpretada. El ambiente es relajado con buena música y tonos cálidos. Pedimos un cóctel de bourbon con sirope de plátano maduro y mandarina ácida que estaba delicioso. La sangría es de las mejores que hemos pedido últimamente. Los sabores son definitivamente panameños pero elevados. Super recomendado!

Mi esposo y yo visitamos recientemente un pequeño y acogedor restaurante de comida creativa panameña ubicado en la Calle 68 de San Francisco. Desde el momento en que entramos, nos sentimos bienvenidos por el ambiente cálido y familiar del lugar. La decoración es sencilla. Pedimos dos platos para compartir: pulpo a la parrilla y guacho de mariscos. El pulpo estaba perfectamente cocinado, con una textura suave y un sabor ahumado delicioso. El guacho estaba lleno de mariscos frescos y una salsa rica y cremosa. La atención del personal fue excelente. Nuestro mesero fue muy amable y atento, y se tomó el tiempo para explicarnos los platos en detalle. También nos recomendó dos tragos los cuales estaban muy buenos. En general, nuestra experiencia en este restaurante fue buena. La comida era deliciosa, el ambiente acogedor y la atención del personal impecable.

Comida. Todos los platillos tanto d el entrada como principales eran una delicia. Dan de bienvenida un pan de yuca que me recordó un restaurante francés. Así con ese nivel de calidad. Queríamos probarlo todo. La carne en palito tal y como lo mencionan los críticos anteriores: muy rica. Las hojaldres me parecieron con un sabor salado-dulce muy marcado. Recomendaría un toque más sutil. El ceviche de langostinos y los camarones con salsa haitiana extraordinaria, las empanadas de pulpo originales pero la cubierta tostada denotaba un proceso de freidora con aceite un poco opaco. Sugiero revisar. Y el plato indiscutible de la velada: el Guacho de Mariscos. En mis 57 años de edad jamás había probado un guacho tan rico. El sabor del fruto de mar con el guandú y la salsa de coco…¡Dios mío! Manjar de dioses. Las bebidas no se quedaban atrás. Servicio. Excepcional. El joven Luis súper atento siempre por aclarar nuestras dudas y mantenernos siempre hidratados. Ambiente. Acogedor. Sencillo pero lindo. Algo Zen. Tremenda experiencia. Las fotos no hacen justicia a los sabores de los platos. Un poco costoso pero la experiencia lo vale.

El concepto del lugar es bueno, el servicio del camarero fue increíble, super atento, sin embargo, los platos eran muy pequeńos en cantidad de comida. De todos, el guacho sería el plato que más rescato.